Cuántas veces hemos tenido la interrogante de no saber quien realizó un abono a nuestra cuenta del banco, o si nuestro proveedor ya cobró su cheque y más aún, con qué fin se realizó una transferencia. Las respuestas a ello nacen del control del estado de flujo de efectivo.
Un estado de flujo de efectivo da a conocer las entradas y salidas de efectivo que resulta de las actividades de la operación, inversión y financiamiento de una empresa durante cada mes, en un formato donde se concilian los saldos de efectivo inicial y final. De esta manera, conciliar las entradas y salidas de efectivo ayuda a indicar que está sucediendo con el recurso más líquido de su empresa – su efectivo.
Un estado de flujos conciliado y revisado de manera periódica nos es útil porque da respuesta a las siguientes preguntas, sencillas pero importantes, sobre la empresa:
- ¿De dónde vino el efectivo que entró a nuestras cuentas?
- ¿Para qué se usó el efectivo que salió?
- ¿Cuál es mi saldo disponible descontando los cheques en tránsito?
- ¿Cuánto representa mis gastos bancarios por cada cuenta que tiene mi empresa?
- ¿Tendré un exceso en mis cuentas bancarias abiertas?